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Una de aquellas tardes en que suelo dar un paseo por el barrio, paso por la casa de un amigo de muchos años y en la puerta de su casa una niña me saluda : - ¡ Hola Jorge ! ¡Increíble! No podía creerlo, una niña de unos 9 años, algo desgreñada y de ropas descuidadas, con una vocecilla triste y ojos llenos de melancolía y ansiosos de afecto, una de las hijas de aquellos amigos que ahora no estaban en casa. Dónde se encontraban? Conversando en casa logro enterarme que sus padres, ambos se encontraban en Lima a donde han ido desde tempranas horas de la mañana con una caja de sándwich y comidas diversas, que acompañan con refrescos transportados en botellas grandes de gaseosas. Vender eso representa el ingreso diario que tiene esta familia. Retornan a las 8 de la noche luego de un arduo día de trabajo en el centro de Lima, mientras tanto la niña queda sola y me imagino que a determinada hora tiene hambre y se servirá lo que su madre dejó preparado. También tienen una hija ya señorita que estudia en un instituto superior y tendrá que retornar a casa y del mismo modo arreglarse con lo que dejaron sus padres antes de partir al cotidiano trabajo, que en realidad representa un “cachuelo”, ya que es incierta la venta y dependerá de su habilidad y algo de suerte para agenciarse unos soles de utilidad que les servirá para sus gastos. No cuentan con seguro social ni un ingreso fijo, tampoco disfrutaran de vacaciones. ni mucho menos de beneficios sociales, escolaridad o aguinaldos. Mientras tanto es niña crece en soledad, carente de orientación, afecto y soporte para sus escasos aaños. Siempre que paso por aquella calle, ella está alli en la puerta de su casa y me saluda con su infantil voz. Esa es la vida de millones de familias en Perú. Otros se dedican a confeccionar zapatillas, letreros, ropas con saldos de telas que venden en sus barrios, pan en canastas por las calles, shampoo de puerta en puerta, otros se ofrecen para arreglar jardines, es decir una vida totalmente informal, no hay trabajo en las empresas, las pocas que tienen plantas de producción y las que existen tienen subempleados a su servicio, por menos de lo que es un sueldo mínimo y también renuncian a beneficios de toda índole, incluso del acceso a la seguridad social. De esto debería interesarse el Ministerio de Trabajo, mas si por algún motivo alguien se quejara a esas instancias pues tendrá que buscarse otro trabajo, ya que al día siguiente estará vacado. Al padre de esta niña lo conocí cuando trabajaba en el Instituto Peruano de Seguridad Social, IPSS, estábamos en los años del gobierno del Ingeniero Fujimori, pero de la noche a la mañana miles de trabajadores quedaron en la calle y a mi amigo fue uno de ellos. Luego de tener un ingreso fijo, quedó con una liquidación que lamentablemente depositaron en CLAE una entidad que tuvo un lamentable destino, quebró y los fondos de miles de ahorristas se hicieron humo, nunca retornaron a sus propietarios, entre ellos mi amigo y con ello se arruinó su vida y la de su familia, como también la de miles de hogares en todo el país. Proseguí mi camino y de pronto veo pasar rauda a una señorita de unos 23 años a quien conocía y saludo A Jenny la conocí
unos años atrás, cierto día que iba de compras por un pasaje algo
alejado de casa, me comentó que deseaba conversar conmigo y me dijo:
- Es Ud. Psicólogo, no ? - Si, le dije, en qué te puedo servir ? - Solo deseaba conversar con Ud., puedo ? Le respondí que si e ingresamos a una fuente de sodas y allí me relató una pequeña parte de su vida. Para entonces tendría unos 18 años, recién había recabado su Libreta Electoral y buscaba trabajo, porque al pedir en casa un pantalón su padre le dijo: - ¡ Pues si quieres ropa, trabaja y si no encuentras, putea ! Y quién va a encontrar trabajo en esos días, era 1997 y los despidos estaban a la orden del día, las empresas quebraban y cerraban con el consiguiente despido de personal, además esta muchacha no tenía profesión alguna y lo único que le quedaba era trabajar de doméstica o de mesera en algún restaurante y eso es lo que hacen miles de jovenes y señoritas que viajan al extranjero.
Que hizo Jenny? Pues sencillamente recordó lo que le dijo su padre, ¡ Putea ¡! Y eso hizo, conoció a una amiga que trabajaba en ello, de “kinesióloga” y al día siguiente estaba atendiendo sus primeros clientes en un hostal de mala muerte donde tarde o temprano adquirirá el síndrome del sida, enfermedad que según datos oficiales aqueja a 60,000 peruanos pero que en realidad cuatriplica esa cifra. Ese es el panorama de estas dos jovencitas peruanas una de 9 años y la otra de 23, una con un hogar destruido y la otra echada a la calle a buscarse la vida, porque en casa no tiene lo suficiente para vivir y esa es la ley de muchísimos hogares peruanos. Mientras tanto un pequeño sector vive en medio del boato, abundancia y despilfarro, sector que se encuentra coludido con los políticos, gracias a los cuales mantienen sus privilegios, los mismos que son compartidos con aquellos. Privilegios que comprenden para unos sueldos onerosos, resguardos policiales, gastos de representación superiores a su propio sueldos y libres de impuestos, aparte de ello gozar de con beneficios de escolaridad y aguinaldos que bordean los 15,000 soles cada vez que ello sucede. Para ello deberán legislar y dictar medidas, decretos que protejan a sus mentores, aun con el riesgo de ser denunciados, para ello no es problema, ya que al perder un privilegio vendrá otro mucho mejor después. Por ello quienes acceden a cargos ejecutivos son empresarios, industriales o banqueros que a su vez están coludidos con los verdaderos “dueños” de Perú, quienes durante siglos han sojuzgado estas tierras y han heredado esos privilegios de corregidores y encomenderos. Por ejemplo los Cáceres en el sur, a quienes conocí en los años 60 en Juliaca fueron por años los “lideres” de aquellas tierras , pasando a ser representativos posteriormente en Arequipa y luego tentaron suerte en la capital. Así como ellos hay familias que han venido apoderándose de las riquezas del país mediante contubernios y contratos arreglados como por ejemplo los Romero, quienes tienen el monopolio de los alimentos y pretendieron apoderarse de los principales puertos del país, hoy tienen en sus manos el puerto de Matarani en la región Arequipa y no pierden las esperanzas vía tentáculos debidamente posicionados, de lograr la concesión de otros puertos del país. Los Graña y Montero, Rodríguez Banda y muchos mas que tienen capitales y acciones en minas, piladoras, molinos y terminales de combustibles; peajes y empresas textiles. Ellos están colocados en puestos claves de gobierno a donde acceden vía procesos electorales, donde recorren el país con discursos previamente amañados y preparados por “Asesores” que han hecho carrera en esas lides. Mientras tanto el pueblo languidece con un sueldo mínimo de US $ 120.00 en el mejor de los casos, de aquellos que acceden a un trabajo y que serán cancelados con recibos de honorarios profesionales, es decir sin derecho a beneficios sociales, salvo aquellos que tuvieron la suerte de acceder a ello. Incluso dentro del mismo sistema gubernamental existe tal fenómeno sino recordemos los casos de los CLAS que existen en el Ministerio de Salud. Mucha gente no tiene acceso a un trabajo honorable. Hace unos días en un artículo leímos lo siguiente, en el diario La Republica bajo el titulo
Esto es absolutamente grave, nuestro embajador reconoce muy suelto de huesos que el nivel de pobreza en Perú es del 54% y el 20% en indigencia, para mi estas cifras son apenas un ensayo, la realidad es mas cruda. Me pregunto cómo podemos sobrevivir en medio de esta realidad? Cómo un país con inmensas riquezas puede tener esas cifras apocalípticas? Cómo es posible que siendo uno de los mayores productores de oro, con el gas de Camisea, seguimos siendo pobres. Es inaudito ¡¡¡ Es que tenemos un inmenso mar depredado por los arrastreros extranjeros, con una selva inmensa pero sin vías de comunicación, con minas entregadas por nada a transnacionales, por eso estamos así. Encima de ello a partir del 2002 so pretexto de un gobierno liberador y justiciero, ingresamos a una era de promesas e improvisación, donde la corrupción continuó con nuevos personajes, con la inmoralidad mas cruda y descarada que la anterior. Cada mañana las declaraciones gubernamentales significan una burla mas para el país, una ofensa a la pobreza y una afrenta a la dignidad. Con frases de cliché, con groserías en palacio y con actos corruptos en las altas esferas, donde se entregó el país a un nepotismo desvergonzado y a ineptos en cargos de alta responsabilidad, donde los técnicos brillaron por su ausencia y los improvisados pero allegados a las altas esferas, ocupaban cargos claves en el gobierno, donde el único atractivo eran los altos sueldos y los privilegios a los que accedían. Surgen voces de todas las regiones, donde la descentralización no es mas que un cuento, ya que no se dispone de recursos para echar a andar tal proceso, pero que a regañadientes tuvo que ser efectivizada, ya que de no hacerlo se corría el riesgo de una inconstitucionalidad, pero ese riesgo significó la primera bancarrota del partido de gobierno, los resultados fueron una especie de referéndum y el partido d gobierno sufrió la mas grande derrota, triunfaron quienes perdieron las elecciones anteriores, el pueblo castigó duramente la soberbia y la mentira. Con la corrupción a todo nivel, con un poder judicial endeble y permeable al dinero, con políticos cuestionaos, desde un vicepresidente, hasta ministros y congresistas. En el país no hay seguridad ciudadana, las negligencias médicas son noticia de todos los días, los secuestros, las medicinas bambas, la falsificación de la moneda, burriers atrapados en su propia ambición son encarcelados o mueren intoxicados con su carga letal . Con una aceptación de apenas el 7% en la encuesta popular el gobierno tambalea y ensaya gabinete tras gabinete, la figura residencial se deteriora día a día y es objeto de la caricatura burlesca, se produce una estampida de los “aliados “ del gobierno y se van alineando nuevas alternativas para la próxima carrera electoral. En medio de esta debacle el pobre sigue siendo pobre, el indigente se hace miserable y los jóvenes pierden esperanzas, los suicidios son frecuentes,.Todo eso es circo para los grupos de poder quienes se regocijan que siga muriendo la plebe, después de todo ellos existen por millones haciendo colas en las fabricas, así que mano de obra barata no faltará, que siga la función y la jarana que la “cholada” está lista para el castigo. ¡ Sufre peruano, sufre ! Jorge Paredes Romero DNI 10380914 |
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