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Hoy, después de
haber escuchado a unas amistades, he dejado de creer en muchas
cosas: en la democracia, en la justicia, en la política, en lo que
llamamos religión, y empiezo a conceder razón a quienes desean hacer
las cosas a su manera. Intentarán tildarme de resentido o tal vez
que estoy desquiciado, pues la verdad creo que estoy a punto de caer
en una vorágine tal, que tardaría mucho en estabilizarme, si es que
eso fuera posible.
Según lo que estamos viendo este año 2009, no puedo entender cómo existen personas que aún puedan creer en
este tipo de
representatividad, o que las próximas elecciones, estos políticos serán las que por
fin solucionen todos los problemas de nuestro país, Perú, y son los
que otrora creyeron y siempre creerán, cada vez que van a las urnas
electorales, o por lo menos piensan que se dará inicio al gran
cambio que por siglos nuestra sociedad viene esperando. |
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A mi juicio, (y lo
diré con colores para no herir susceptibilidades), esto no lo cambia
ni los azules, los verdes, los tornasolados, dará igual a quien un
electorado obnubilado y arrastrado a ciertas preferencias, por
discursos, polos y polladas, elija para los próximos años. Claro, de
no cambiar las reglas de juego…, con otros candidatos, nueva sangre
en la arena política.
Pero si todo sigue
igual, creo sinceramente que todo está perdido, que solo están
accediendo al poder quienes desean asegurarse a si mismos y a
quienes cual rémoras se suban al coche de la oportunidad, para los
próximos años que les quede de vida. Ya se perdió todo sentido de
moralidad, sensibilidad y humanismo, cada quien busca tomar al paso
lo que necesita para sobrevivir, aunque en ello tenga que dejar en
la miseria a su madre o a sus hijos, ejercen una especie de
“vandalismo social”. ¿Habrá alguna posibilidad de cambio? ¡Ojalá!
Hoy estamos frente
al espectáculo de ver padres enfrentados a hijos por la herencia;
hermanos contra hermanos e hijas que apuñalan a su madre por
litigios familiares; jóvenes que masacran a martillazos a otra
persona, o quienes descuartizan cuerpos por encargo; es común ver
como dos personas que en su momento se amaron y prodigaron caricias,
de pronto se enfrentan insultan y hasta se hieren, es decir ya se ha
perdido el sentido mínimo de humanidad y se ha caído en el extremo
de la bestialidad, el animal ha quedado salvado en su franja
biológica, con la certeza que muchas veces, ellos resultan mejores
que el ser humano. Es el transvase de lo que ocurre en la
sociedad, envenenada por un sistema maquiavélico a la familia y a la
persona.
De EsSalud y Padomi:
Hace unos días nos
preguntábamos por una amistad que es docente en un colegio de
nuestro distrito, nos extrañaba no tener noticias de esa persona.
¿Qué había sucedido? Pues, ayer nos vino a visitar y nos relata que
hace una semana se encontraba mal de salud, vive acompañado de su
hijo, un joven estudiante de 20 años. Sintiéndose mal, como
asegurada en EsSalud y confiando en ello, se dirigió al Hospital
“Marino Molina” de Comas, que pertenece a la seguridad social, allí
fue malamente atendida, con un cuadro de pancreatitis que requería
ser derivada a un hospital de verdad y no ser tenida cuatro días en
una silla con suero, sin acceso a una camilla o tal vez una cama y a
médicos especialistas, como si el suero por cuatro días, sentada en
una silla, fuera la solución a su
problema y es que en estos “hospitales” tienen como doctrina que el
paracetamol es la reina de las medicinas.
Estos nosocomios de
EsSalud que están por los conos de Lima, lo mismo sucede con los
hospitales en provincias de todo el país, no dejan de ser mas que
unas enormes postas médicas, en donde profesionales que a mi juicio
deben sentirse frustrados, hacen lo indecible para salvar vidas, con
los escasos recursos que tienen a disposición, que si se salvan es
por mérito muchas veces de las ganas de vivir de sus pacientes. La
frustración que deben tener estos profesionales deriva de la
imposibilidad de hacer lo que aprendieron y saben que deben hacer,
pero no disponen de medicinas, exámenes auxiliares confiables, ni la
infraestructura quirúrgica para desarrollar el protocolo necesario
en estos casos. De allí su frustración, pero siguen trabajando
porque no tienen otro remedio, lo poco que pueden hacer, salvan
algunas vidas y llevan un ingreso a su familia, lo que no pudieron
hacer, si les alcanza su conciencia la cual debe encontrarse ya
cauterizada, es rutina, frente a la costumbre de ver morir a mucha
gente, en parte por su culpa, por no tener el valor de reclamar un
mejor respaldo a su trabajo y responsabilidad de un sistema que ha
descuidado su rol y prefiere gastar en cualquier cosa, menos en lo
que realmente necesita el asegurado: Salud.
Esa frustración es
la que deben tener algunos médicos de Padomi - EsSalud, que
llegan una vez por mes a las casas de los pacientes a dejarles
recetas con medicamentos elementales, es todo cuanto hacen, ni
siquiera le auscultan y si preguntan "¿cómo está, alguna molestia,
le duele algo? la respuesta que de el paciente será la única guía
para su diagnóstico. Por otro lado algunas veces estos médicos dejan
recetas para dos meses o sea que aparte de ser "médicos
administrativos" también son adivinos, es decir visionan con
anticipación las necesidades del paciente para el siguiente mes.
¡Qué maravilla! Verdaderamente me da pena que hayan estudiado tantos
años una profesión tan noble, para terminar visitando casas a dejar
recetas que algunas veces ya vienen llenadas. No creo que esto les
haga muy felices. Del mismo modo los enfermeros no disponen de
materiales adicionales a las escasas gasas que recogemos o al agua
que podamos facilitarles.
Por otro lado, los médicos que visitan son
de medicina general, cuando la mayoría de los pacientes de Padomi
son personas mayores de 80 años o pacientes con secuelas
neurológicas, de modo que el especialista debería ser un geriatra,
neurólogo, cardiólogo o urólogo que son las más indicadas para estos casos, pero
los que vienen son generalmente bisoños médicos generales con
recetas en la mano y es todo. Podrían argumentar que es lo usual,
que el especialista vendrá después a petición. ¿Sabe cuánto demorar
en venir un especialista? a veces 6 meses en el mejor de los casos, Padomi tiene apenas dos (2) urólogos para los casi 30,000 pacientes
que tiene en lista ¿Se imaginan?
Padomi puede tener
una excelente planificación, fines muy bien pensados pero en la
concreción están fallando. Debe perfeccionarse. Por otro lado
debería descentralizarse, de tal modo que los profesionales
asistenciales como médicos y enfermeras (os) deberían situarse en
cada cono, por ejemplo para el cono norte podrían tener su centro de
operaciones el Hospital Marino Molina, ya que todos los días cientos
de profesionales se dirigen a la Avda. Arenales cuadra 14 a
reportarse y de allí retornar a sus centros de aplicación en cada
cono. Por otro lado los familiares deben ir a recoger medicinas e
insumos hasta Arenales cuadra 14, cuando sería más fácil ir al
hospital de cada cono. Del mismo modo los exámenes auxiliares y
tramitación de referencias todos debemos ir hasta Arenales cuadra
14, sería más expeditivo ir a los hospitales de cada cono. ¿Padomi
es EsSalud?, porque si lo es entonces esto procedería...
Esa misma persona me
contaba, cómo hace un tiempo atrás, cuando hubo un accidente en el
colegio donde trabaja, llevaron a los alumnos con quemaduras al
servicio de emergencia de dicho hospital, pero no los quisieron
atender por el simple hecho de “no ser asegurados”, cuando hay una
ley que claramente dice que todos merecen ser atendidos en la
emergencia de cualquier hospital. Tuvieron que llevarlos en un
vehículo a otro hospital.
Quienes son los
encargados de velar por las salud del país son los primeros que se
llenan los bolsillos con dineros provenientes de contratos y
facturas de medicinas obsoletas, de hospitales que solo representan
estructuras de concreto sin proyección sanitaria, de médicos
frustrados sin los elementos suficientes para luchar contra las
enfermedades, de organismos e instituciones pobladas de gente
inútil, que solo asiste a sus oficinas a calentar asientos pero no a
luchar eficientemente contra las patologías y establecer medidas
profilácticas eficientes, en un país donde la prevención está
ausente de los protocolos sanitarios, en donde muchas enfermedades
que han sido ya erradicadas de otros países aún nosotros las tenemos
con presencia peligrosa. Los médicos y enfermeras del país se
encuentran atados de manos para ejercer sus profesiones, por las
limitaciones en recursos y presupuesto para cumplir a cabalidad lo
que ellos saben hacer.
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No puedo entender a
qué extremo hemos llegado, vemos que la brecha económica se ha
ensanchado a tal extremo, que con lo que un peruano de privilegios
gasta en propinas, otro menos favorecido podría comer una semana,
así están las cosas; con lo que un congresista gasta con la amiga de
turno (y son gastos de representación), podría tranquilamente alimentarse una familia durante un mes
y eso ha sido denunciado más de una vez por los medios de
comunicación, gastos hechos con dineros del estado. Los escándalos
políticos reflejan la desvergüenza más grande de ciertos personajes,
que con desparpajo se burlan de la sociedad, cometiendo actos
bochornosos, desafiando con desfachatez a la justicia, las fuerzas
del orden, que en todo caso la tienen a su servicio son muchas veces
conocedores de esto.
Tenemos cada día la
noticia de juicios que no son más que remedos de justicia, (y les
dicen “juicios del siglo”) en donde los acusados se burlan de los
que imparten justicia y hasta se permiten opinar, levantar la voz y
pedir mesura a sus interrogadores. Todo ello nos refleja que se ha
perdido el respeto a la autoridad y a la investidura del poder
judicial, porque es bien sabido que estos señores (jueces, fiscales,
vocales) se inclinan hacia donde suena el tintineo de monedas o el
grito del poderoso. Pero el pueblo persiste en suponer que la
justicia se impondrá, cuando muchas de las sentencias ya fueron
dictadas por quienes tienen en sus manos la vara del poder.
El estado ha dado
poder a funcionarios, que con descaro se esmeran en hacer notar que
sus cargos son de privilegio, y hacen más notorio que son guardianes
de quienes les otorgaron el temporal cargo, que otro ocupará dentro
de poco al capricho del político de turno. ¡Todo es prestado, nada
es eterno! Pero mientras tanto, hacen de las suyas y se cogen de la
mamadera con fruición, mientras van pateando el trasero a cuanta
persona se les cruce en el camino, salvo que sea un recomendado o
familiar de otro funcionario. Estas personas, constituyen la
población encargada de ser la fuerza de choque para quienes
aspiramos a nuestros derechos, pero estos lamentablemente son
conculcados por miles de funcionarios en diversos cargos, que los
“demócratas” gobernantes les otorgaron, por ser fieles camaradas de
partido o quizá por ser primos o hijos de la cocinera de su casa,
tal vez el esposo de la hija del mayordomo de su padre, el hijo de
la nana que le cambió pañales en sus primeros años de vida, o el
hijo ya crecido, que tuvieron en uno de sus viajes de “parranda
representativa”.
De nada sirve hoy
establecer que eres un profesional calificado, aunque se dice a
grandes voces que solo los que obtuvieron altas notas son los
llamados a ocupar cargos de responsabilidad, eso es fantasía, es la
letra de la ley que no se cumple, lo que siempre sucede en nuestro
país. Aquí hay demasiadas leyes, hermosas leyes en la letra, pero
ausentes de concreción; la praxis de sabias leyes no es posible en
un país, donde la informalidad y el “perro muerto” es la mejor ley
que podemos contemplar.
Aun recuerdo el año
1991, cuando recibí la visita de un ex compañero de las aulas
universitarias, que había accedido al Congreso por una lista
“demócrata”, me sorprendió y se lo dije, tu eras de izquierda y la
recalcitrante, sin embargo ¿ahora sales elegido por la derecha? ¿qué
sucedió con el alumno revolucionario, listo para asumir su posición
de líder? ¡Claudicó! Lo mismo sucedió con otros compañeros de esa
promoción de la Escuela de Psicología que ingresamos el año 1968 a
la Universidad San Agustín de Arequipa, hoy están totalmente
alejados del fragor de la batalla social, se que son prósperos
ejecutivos unos, profesionales otros, pero quedaron allí en logros
personales, y ¿Qué de la emoción social, la sensibilidad por los
desposeídos y las ganas de cambiar el sistema corrupto? Todo quedó
en promesas de estudiante, se diluyó en el tiempo.
Creo que la mayoría
de profesionales se deben a su familia a su esfuerzo personal, pero
también a la sociedad que lo cobija, no puede soslayarse de su
responsabilidad como ente social y aportar a la masa con su
esfuerzo, ideas, alternativas, de ser posible con su trabajo de
campo y no retirarse a cierta distancia durante su juventud y luego
a una cómoda y rechoncha jubilación, sin haber dado de si mismo para
una sociedad que clama cambios y desarrollo.
Si dejamos que todo
siga así entonces ¿qué herencia moral y social dejaremos a nuestros
hijos? ¿No pensaron en ello?, o es que cómodamente les dieron
estudios y tal vez algún regalo de navidad para luego entregarlos a
la bestia social que cada día ha crecido y se ha vuelto mas feroz
para devorar a nuestros hijos.
Hoy conversaba con
un amigo médico y analizábamos la precariedad de la seguridad social
en el país, la podredumbre enclavada en las mas altas esferas
gubernamentales y administrativas del país, la decadencia de la
clase política y la vulnerabilidad del congreso, para quienes
acceden a esa responsabilidad, pero lo más grave es la decadencia
del sistema para asumir la responsabilidad de administrar sabiamente
los recursos fiscales. Estos son fácilmente desviados a gastos no
sociales y también debe considerarse la omisión de pago de muchos
sectores favorecidos por la clase política y administrativa corrupta
y vendida, que ejerce su poder para proteger a sus padrinos
políticos, en el momento que estos lo soliciten.
Esta es quizá la
causa de la degradación moral de la clase política, la misma que se
encadena a la escoria, a cambio de dinero para sostener una campaña
política de largo aliento, los “benefactores” son narcotraficantes,
delincuentes, evasores de impuestos, consorcios comerciales, grupos
económicos que aglomeran sectores de construcción, proveedores,
servicios, insumos, armas, vehículos, etc. Todos ellos requieren
tener un representante en el gobierno para en su debido momento
superar dificultades judiciales, aduaneras, fiscales y obtener la
buena pro en obras de envergadura, etc., es decir: “yo te ayudo
hoy, tú me lo devuelves mañana” ¡Ese es el trato!
Entonces a la hora
de concretar un proyecto para el desarrollo de un país, que en
maratónicas jornadas y con mucho esfuerzo planificaron los
especialistas de cada tienda política, se encuentran con estas
“piedras” en el camino: favores que devolver, familiares que exigen
un puesto, los amigos que atosigan con sus lamentos, la amante que
también quiere lo suyo, el hijastro, el sobrino y entonces el
sistema se llena de incapaces y corruptos, de modo que es muy
difícil encontrar gente interesada en el progreso del país, en la
atención de los programas sociales, de la educación, la salud, nos
topamos con gente incapaz y desleal, entonces nos percatamos que el
destino del país es la ruina, la bancarrota y el permanente
subdesarrollo que cada día nos hunde más en la desesperanza, en la
certeza que la herencia que recibirán nuestros hijos es podredumbre
y desvergüenza, en donde ellos tendrán que hacer uso de la
“criollada” y la viveza para sobrevivir, en donde ser profesional es
inútil, por eso es que esta juventud prefiere salir al exterior,
porque allí si se valúa su esfuerzo y no piensa retornar porque sabe
lo que le espera en su amado país, que se encuentra en manos de un
lumpen de cuello y corbata.
Sabemos
perfectamente y lo hemos escuchado en miles de discursos y foros,
que la educación es elemental para que un país desarrolle, que la
salud es básica aún antes de nacer, sin embargo los que conocemos el
tema sabemos perfectamente que la educación es un negociado y el
reino de la irresponsabilidad, desde el director hasta los docentes,
desde las autoridades encargadas de sentar bases disciplinarias
hasta los padres de familia y las APAFAS, estas autoridades
siembran el caos y los legisladores están muy lejos de propiciar el
cambio suficiente para que la educación en el país retome el cauce
que en algún momento pudo haber tenido nuestro Perú, cuando la tasa
de analfabetismo empezó a decrecer, ahora no solo ello ha crecido
nuevamente sino que la mediocridad se ha enseñoreado a todo nivel:
profesional, técnico y magisterial.
Por todo esto he
dejado de creer en lo que durante siglos ha venido a llamarse
democracia, en nombre de la cual se siguen cometiendo horrorosos
crímenes (terrorismo de estado), escudándose en el concepto de
salvaguardar el orden constitucional, cuando en realidad no es mas
que el ejercicio de un terrorismo enmascarado, cuyas directivas
vienen de grupos de poder económico constituidos en los deliberantes
de los destinos de una nación. Estos grupos de poder a su vez
obedecen consignas de transnacionales y lo que es peor, de imperios
hoy en decadencia, que en su estertor arrastran a otras naciones
vilmente hipotecadas, por gobernantes y políticos arrodillados por
las prebendas que reciben en sus cuentas bancarias.
Ahora bien, ¿de qué
manera esto puede detenerse? Se han ensayado mil y una fórmulas, se
persiste en reformas, pero estas son apenas buenas intenciones o al
menos intenciones disfrazadas, que de por sí pierden efectividad.
“El hombre es lobo del hombre” frase en un drama de Tito Marcio
Plauto del siglo III, que posteriormente es citada en un epigrama
por Thomas Hobbes, (siglo XVII) filosofo ingles. Leer a Hobbes quizá
nos lleve a comprender la realidad en la que vivimos, no obstante
haber transcurrido ya cuatro siglos, plena de utilitarismo y
egoísmo, en donde el hombre obviamente acepta lo agradable y rechaza
lo desagradable, pero que debería establecer un pacto para ceder a
un tercero la posibilidad de equilibrar el movimiento que impulsa
todo lo existente. Este delegar a un tercero debe ser regido por
normas inalienables y respetadas, no puestas al servicio de alguien,
para ello el poder debe ser diversificado y no resumido en
dictaduras o monarquías. Hobbes propugnaba una especie de monarquía
en su afán de encontrar solución a la problemática humana, creemos
que esa opción no es válida, debería constituirse una especie de
socialismo auténtico, no copiado ni derivado sino sui generis, que
nos lleve a una mejor convivencia, a un mejor reparto de la riqueza,
a una mejor distribución de los recursos, en donde todos podamos
acceder a los bienes del estado con mesura y equidad.
El ser humano debe
resumir el saber en una gran doctrina, que le lleve a conseguir la
felicidad, interpretar la verdad que se encuentra dispersa y
discutir permanentemente los principios filosóficos que han regido a
la humanidad desde sus albores hasta el día de hoy, Nada debe
excluirse, todo debe ser escudriñado, descartando aquello que
resulte perjudicial y asumiendo como válido lo que es beneficioso
para la humanidad, solo así podremos disfrutar lo que tanto tiempo
hemos buscado: paz global, alimentos para todos, tierras
productivas, salud integral y globalizada, viviendas dignas y
decorosas, educación accesible y honesta, y lógicamente la
erradicación de los ejércitos y armas que tanto gasto ocasionan.
Los presupuestos de
las naciones están dedicados en gran parte a la compra de armas y
sostenimiento de fuerzas armadas, cuando esos dineros podrían
utilizarse muy bien en salud, educación, alimentos y viviendas.
Entonces cuando las armas se transformen en arados, este mundo habrá
dado un gran paso a la consecución de la paz y la felicidad.
Jorge
Paredes Romero
Lima
Perú |
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Lea:
Reclamos a EsSalud en Perú
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