Elecciones en Perú
Dentro de unos meses, estamos en el mes de Julio del 2010, se realizarán
elecciones municipales en nuestro país, las propuestas políticas para
tal fin ya se han dado y vemos por lo general las mismas caras, las
mismas personas que quizá unas hayan adelgazado, otras subido de peso,
pero sus propuestas siguen siendo las mismas, lo mas resaltante es que
los escándalos alrededor de sus personas han recrudecido y sus
contrincantes se han preocupado de hacerlas más notorias.
Lejos de leer en los diarios o escuchar en los noticieros de televisión
y radio, propuestas para la solución de diversos problemas que cada
distrito tiene, solo apreciamos enormes cantidades de lodo e injurias
que corren de un lado para otro, buscando causar el mayor daño posible.
En algunos casos se trata de las denuncias fundamentadas, que fueron
guardadas para estos momentos, en otros casos la publicación de refritos
que ya conocemos. A todo esto, surgieron en la recta final candidatos
que se preocuparon por guardar distancias y pertrecharse de buena
imagen, para lograr en atropellada ganar la contienda electoral, pero a
estos también, todos a una, les hicieron un “cargamontón”, de tal forma
que tampoco quedaron bien parados y tienen que hacer grandes esfuerzos
para sacudirse de lo que salpica a cada quien.
Mientras tanto, las encuestas dan resultados tan variables como el clima
de la capital en estos días, y la ciudadanía se muestra tan fría como el
invierno que este año nos golpea inmisericordemente. La primera
contienda es simplemente edilicia, por una municipalidad de las 1636
distritales o las 195 provinciales que nos darán un total de 12,188
nuevos funcionarios, sumándoles los regidores distritales y provinciales
que serán elegidos. Algunos serán reelegidos, transformándose en los
sempiternos, imprescindibles y monárquicos alcaldes, que se creen
irremplazables, según ellos, aún no nació quien pueda cumplir el encargo
que ellos desempeñan; otros serán nuevos, los que nacieron con la buena
estrella de ser designados elegidos por la ciudadanía que confía en
ellos, de tal manera que para el 1 de Enero del 2011, Perú contará con
1,831 alcaldes electos que supuestamente solucionarán los problemas
vecinales que les compete y que al término de su mandato, seguirán sin
resolver, dando motivo a nuevas propuestas, ataques, críticas y
consiguientes postulantes, eso ya es rutinario en Perú.
Pero también tendremos elecciones regionales, es decir serán elegidos 25
presidentes, 25 vicepresidentes y 228 consejeros regionales en total 278
funcionarios. Gobernantes que también han hecho sus esfuerzos para
propugnar su candidatura y presentarla a la ciudadanía como la mejor e
irremplazable opción para ejercer el gobierno regional, es decir de lo
que anteriormente era llamado departamento, porque la regionalización en
Perú ha sido solo cambiar de nombre los departamentos a regiones y de la
noche a la mañana nacieron 25 nuevas planillas doradas, que solo
benefician a quienes se consideran seres privilegiados para ejercer tal
cargo, en donde poco o nada hacen para justificar su presencia en esos
sillones, ni los ingentes gastos que significan sus honorables sueldos.
Entonces ya tenemos 12,466 funcionarios a nivel nacional, que pasaran a
engrosar la lista de seres privilegiados en el país, que contarán con
seguridad, movilidades, oficinas y demás gollerías, por “gobernarnos”
desde sus oficinas, palacios y bunkers que existen y otros que durante
este mandado hicieron construir, con la plena seguridad que serían
reelegidos y que el 1 de Enero inaugurarán con bombos y platillos.
Claro, conozco más de un alcalde que durante ese gobierno se preocupó
por construir nuevos palacios cívicos para su siguiente mandato en el
2011, es tal la seguridad que tienen de su “entornillamiento” en el
cargo, que se tomaron esa libertad que para ellos no es un riesgo, sino
una visión mística de su presencia en la tierra.
Pero luego en el primer trimestre del año 2011, tendremos la gran
contienda electoral por la presidencia de la república y ciento veinte
congresistas, quienes también tienen su cuota reeleccionaria, hay
quienes ya marcaron sus curules y de allí nadie los mueve, salvo la
muerte, y es algo que ha sucedido y no me deja mentir. Esto nos sumará
121 nuevos funcionarios que entonces nos da un gran total de 12,587
peruanos, que a partir del 2011 nos gobernarán, administrarán el país en
medio de los escándalos, destapes y denuncias, a los que ya estamos
acostumbrados. ¿Tiene que ser necesariamente así? ¿Nos acostumbramos ya
a ello? ¿No podemos aspirar a tener gobernantes transparentes,
impecables, honestos, preclaros y con dones de servicio, desprendidos de
los emolumentos que se les asigna, que verdaderamente persigan el bien
común y no el beneficio propio? De allí el dicho: “Si yo fuera
presidente, pues tendría esto, aquello y lo otro, etc.”
En general, nuestra ciudadanía está harta de tanto robo, mentira y
engaño, que la mayoría de estos miles de señores practican durante su
mandato, se aseguran bien, a su familia, a sus amantes y los hijos que
van naciendo en el transcurso ¿y al resto de los peruanos?: “que se los
coma el tigre” ¡No pues… tampoco, tampoco!, no debemos permitir que esto
siga repitiéndose y se nos restriegue en nuestras narices el descaro y
la sinvergüencería, encima de ello, estos códigos devaluados van
instituyéndose como pautas referenciales para nuestros jóvenes y niños,
del mismo modo se va regando por toda la administración pública, entre
directores, gerentes y empleocracia, quienes sencillamente dicen: Si el
presidente, si el ministro, congresista, alcalde es así, ¿qué me queda a
mi? ¡No voy a ser tan tonto y no coger la mía…! Entonces viene la gran
debacle social, en donde comisarios, rectores, directores, policías,
generales, todos se dedican a romper el chanchito fiscal y a llenar sus
bolsillos. Deja de importarles la ciudadanía, los estudiantes, los
pacientes, y se dedican al pillaje, de allí tenemos jueces que venden
sentencias, a policías que cobran coimas y hasta se coluden con los
delincuentes, para unidos ser más efectivos.
Entonces a esto hay que ponerle freno, porque de otro modo estamos
convirtiéndonos en cómplices de nuestra propia desgracia y eso si que
resulta patético, tragicómico, sadomasoquista. Durante mucho tiempo
hemos estado eligiendo a personas que nos mintieron, engañaron y
estafaron, entonces ahora les vamos a dar una lección. ¡Basta de
sinvergüenzas en el gobierno! Los que consideremos que son valiosos, que
deben ser pocos, los que sean candidatos profesionales y técnicos pues
apoyémosles, reitero son pocos, pero a quienes ahora nos pidan ser
elegidos entonces que pasen todos los exámenes suficientes para
demostrar su valía, debemos convertirnos en el tamiz que seleccione a
los auténticos políticos, líderes, representantes y administradores que
sean elegidos para ocupar los cargos a partir
del 2011.
Deseo hacer un llamado especial a las personas con limitaciones físicas
y/o sensoriales en Perú, a quienes nos llamaron inválidos, luego
minusválidos y ahora personas con discapacidad o discapacitados. No creo
que Nick Vujicic, el orador motivacional australiano sea un
“discapacitado”, tampoco es el caso del famoso
físico y matemático británico Stephen Hawking, aquí en Perú tenemos
multitud de casos de personas con limitaciones o capacidades diferentes
que han hecho noticia, de modo que empecemos por ahí. Ahora
refiriéndonos a la Ley 27050 también diré que esa ley no tiene real
cumplimiento, ahora están hablando de una nueva dispositivo legal que
ampare a ese colectivo, pero sucederá lo que a otros grupos o mayorías,
que han quedado relegados por más leyes que les amparen. A propósito,
las personas con limitaciones en Perú somos más del 15% y si a esto
sumamos nuestros familiares votantes, entonces somos un aproximado de
cuatro millones de personas en Perú, cantidad suficiente para inclinar
la balanza electoral hacia el lado que consideremos adecuado, de modo
que debemos tomar conciencia la importancia de nuestra decisión como
también la unidad de todos nosotros, alrededor de una causa que nos
ayude, nos proteja y promocione, pero también lo haga con nuestro país.
Creo sinceramente que mucho de lo que actualmente nos causa desazón, ha
sido motivado por la pésima forma de hace política en el país, creo que
la juventud sin oportunidades, los estudiantes desprovistos de
conocimientos adecuados, la niñez sin salud y mal alimentada, son
consecuencia del desorden e irresponsabilidad de quienes vendieron su
alma al poder económico por unas monedas, subordinando su conciencia a
los mandatos de estos grupos de poder y desatendiendo su verdadera
preocupación y es el bienestar y el desarrollo del pueblo, aquel a quien
van a mendigar sus votos con falsa promesas y suplicantes discursos,
pero una vez en el poder, olvidan y desprecian a quienes les deben su
estadía en el cargo. Allí se dedican a acumular dinero y más poder, a
favorecer a quienes les facilitaron dinero para su campaña y a tender
nuevos hilos para el futuro proceso electoral.
Siento mucha pena por los millones de niños enfermos, por los jóvenes
que no ven satisfechas sus expectativas, sufren el doble abandono moral
y social de sus padres que tienen que salir cada mañana a “cachuelear” y
del sistema que poco o nada le importa lo que suceda con estas
generaciones, se van acumulando poblaciones enfermas, incultas y
resentidas. Luego en esas masas se anidan los pensamientos e ideales
torcidos del terrorismo delincuencial, que unido al terrorismo de estado
hacen trizas a la sociedad, que tiene que soportar la guerra interna, la
persecución del estado, las privaciones y el gasto innecesario, en el
mantenimiento de una guerra que mucho daño nos ha causado y puede volver
a ocurrir. Esto unido al narcotráfico y al lavado de activos nos lleva a
un despeñadero, que nos mantendrá en desventaja frente a otras
sociedades vecinas, que van desarrollando a costa de nuestras propias
necesidades y limitaciones.
Es hora del cambio, tenemos que hacerlo, disponemos del instrumento y es
el momento electoral.
Jorge Paredes

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