|
¿A esto hemos
llegado?

Jorge Paredes Romero
He batallado durante muchos años buscando “Justicia Social”, he
conversado con muchas personas que han sufrido al igual que yo, el
golpe de quienes tienen la sartén por el mango, posicionados en
cargos, porque tienen dinero, o quizá porque temporalmente han
accedido a una posición con cierto poder, y siempre he visto en los
abusados cierta conducta pasiva, resignada, y lo mismo he observado
en grupos sindicales o asociaciones de personas que se agruparon
para conseguir algo en bien de su comunidad, de modo que no es una
percepción de unas semanas o un par de años, es algo que he
percibido toda mi vida, la abulia de un pueblo acostumbrado a ser
maltratado, engañado y utilizado, que no busca reaccionar, sobre
todo por miedo a ser catalogados como terroristas y esa es la
etiqueta que coloca el Sistema a personas a las cuales quiere
atemorizar, porque con esa etiqueta encima, se corre riesgo de ir a
la cárcel sin mucho trámite.
Y también he visto dirigentes de grupos aparentemente combativos, de
ciertos colectivos que bajo cualquier análisis estarían luchando por
algo que es justo, indiscutible, pero también terminaron doblegados
y he podido apreciar ciertos partidos o movimientos, cuyos mejores
líderes jamás buscaron rodearse de masas inteligentes, solo tuvo
alrededor gente
que es entusiasta, ayayera y con tiempo para reunirse y ensayar
consignas que después gritan en marchas y protestas y hay líderes
supuestamente decididos, luchadores que también terminaron buscando
su propio bien y eso les llenó la cabeza de erradas metas.
Lamentablemente, gran sector del pueblo está acostumbrado a la
violencia y recurre a ello, sin pensar que eso es buscado por el
Sistema, quien teniendo mejores argumentos y armas, pues siempre
termina venciendo a quienes se rebelen, peor aun con leyes como la
30151 y también ahí están los apetitos de las cúpulas de diversos
grupos, que lo único que han logrado es dividir al pueblo, que en
vez de luchar como un solo colectivo, han debilitado sus esfuerzos y
eso también le es conveniente al Sistema y por último tenemos la
presencia de algunos traidores y ambiciosos, que terminaron por
destruir todo esfuerzo, que quizá mejor encaminado hubiera logrado
mejores resultados.
Frente a todo ello, hay quienes durante mucho tiempo en forma
indesmayable emprenden luchas casi quijotescas, arriesgando mucho de
sí, escriben, intervienen en medios de comunicación que les invitan
o
también estos luchadores llaman o envían mensajes a ciertas emisoras, radios, canales
que le parecen identificadas con sus luchas, pero finalmente queda
solo y un luchador solitario e incomprendido, jamás podría conseguir
lo que otros incluso se esfuerzan por destruir, porque hay quienes
pareciera es su inclinación, disfrutan mucho tratando de ridiculizar
a quienes asumimos la defensa del pueblo indefenso y nos exponemos
tratando de obtener un trato justo para quienes vienen siendo
abusados, por ello no percibimos beneficio personal alguno, no es el
propósito, el objetivo es quebrar las injusticias, procurar una vida
digna para quienes vienen siendo abusados, burlados por los que se
encimaron en el poder y desde allí procuran hacer tanto daño como
sea posible y muy poco es que lo consiguen.
Pero indudablemente que el pueblo sin ayuda profesional idónea, sin
el amparo que pueda darle el Estado, porque este favorece siempre al
Sistema, termina por rendirse a seguir siendo abusado, ya no lucha,
no protesta y simplemente se deja llevar al matadero y desiste de
cualquier oposición. Se acostumbró a sufrir, quizá de allí surgió
aquella frase: “Sufre peruano, sufre” y deja de protestar, ya no
asiste a marchas ni convocatorias, termina conformándose con lo que
recibe, con lo que le dan y se suma a quienes terminan frente a un
televisor como un espectador más de ciertos programetes que nada
bueno le darán, terminarán por adormecer su alma y llegará el momento
en que hasta podría ser un defensor de ese status que antes le
incomodaba, ahora le es indiferente, se acostumbró, se conformó.
Pues si, a
esto hemos llegado... lamentablemente así estamos, ya no se lucha,
nos hemos dejado doblegar, la corrupción se apoderó de bajos medios
y altos estamentos, de muchos políticos que ahora solo buscan
enriquecerse, porque saben que tendrán a su disposición, a diversos
precios pero ahí estará disponible la impunidad.
|
|