Uno nunca termina de aprender

 

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

Y cada experiencia resulta una gran lección, indudablemente que sí, por más que estoy a punto de cumplir setenta y tres años de edad y aunque haya recibido tantas recomendaciones de mis abuelos, mis padres, tíos y de personas mayores siempre doy traspiés, pero también aprendo ciertos detalles que resultan aleccionadores, aunque no siempre son aprendizajes sino experiencias desagradables que me hacen comprender mejor la realidad peruana.

No siempre quienes te alaban te aprecian, pues resulta que muchas veces es la hipocresía la que les hace abrir la boca y proferir palabras que por más alabanzas que sean no siempre son sinceras ni tampoco van a dar solución a ciertos problemas en los cuales te puedas encontrar en determinados momentos, por más que esté realmente en sus manos la solución, simplemente no responderán a tus llamados ni a tus mensajes, te apartaron de su vida, pero sucedió de manera misteriosa, de pronto un día te hablaban, respondían a tus llamadas por celular, de pronto silenciaron la comunicación o se negaban a verte.

Lo mismo sucedió con otro amigo que es hijo de un antiguo compañero del colegio, con quien ciertamente has tenido oportunidad de conversar, bromear y confiar, pero de pronto también la comunicación se cortó, aunque en este segundo caso lo comprendo mejor, probablemente sea porque ellos tienen una radio emisora y ahora están del lado de la minera y yo no, aunque no soy radical, creo que podría darse la minería en el Valle de Tambo si esta fuera más responsable y diera todas las garantías necesarias, salvo que en el caso anterior también haya sucedido que se haya inclinado la balanza hacia el lado de la minera, porque eso podría suceder. El precio que está decidida a pagar la empresa minera es alto, no importa cuánto pero de allí a claudicar con la amistad ya es algo muy costoso, sobre todo si detrás de esa ruptura queda un silencio que no puede ser superado por nada, ahora puedo entender mejor hasta dónde puede llegar varios temas, el amor al dinero, el poder de la corrupción y el poco precio que puede tener la amistad para algunos.

Me ha conmovido sobremanera lo que viene sucediendo con estos dos amigos, uno se llama Ricardo, el otro Wilmer, los dos de Mollendo, ¿qué ha podido suceder para que ambos se hayan comprometido a venir a visitarme a mi casa en Mollendo y no se hayan apersonado? En el caso de Ricardo él sabía que yo iba a venir y quedamos que me esperaría el día que llegaba en el terminal de buses, pero no fue así, le llamé a su celular y me dijo luego voy, nunca sucedió eso. En el caso de Wilmer, a mi llegada le llamé y me dijo voy a tu casa a las 5 p.m. lo cual tampoco sucedió y no recibí llamada alguna de explicación, pero luego de escuchar su radio emisora quizá pude comprender, pero no consideré que esa sería razón suficiente para romper una amistad, después de todo es solo publicidad contratada por la empresa minera, lo mío era saludarle y conversar un buen rato, nada más… Bueno, el tiempo se encargará de hacerme comprender, porque creo aun tener tiempo, sin embargo la incógnita está ahí clavando incesantemente.

Lo que si se me hace difícil entender cómo es posible que las palabras de alguien podrían hacerte de pronto despertar y darte cuenta que la realidad estaba nublada ante tus ojos, y es que había venido a Mollendo creyendo que estando aquí podría ser útil, quizá más que desde lejos, pero estando aquí pude ver con mucha facilidad como se cerraban las puertas, aunque era obvio porque sucedía, después de todo nadie iba a aceptar en su radio que es pro minera a una persona que pone reparos en la actividad minera, pero desde cerca se aprecia mejor, por ejemplo ciertas emisoras que tienen ideas pro mineras escondidas que están atando de sacar al aire con fines muy comprensibles. Pero desde lejos uno no aprecia esos tintes, esos cortinajes tan difíciles de descorrer y las escenas están ahí, tras bambalinas, tras un impersonal programa en donde intervienen varios pero nadie es el que asume la responsabilidad porque son un corporativo o simplemente realizan entrevistas en donde las opiniones tienen una carga que fácilmente se identifica como ansiosa que se diera ya la minería.

Y es que ahora entiendo mejor cuando ellos han dicho que están seguros que la mina funcionará y eso tiene una traducción fácil de entender, el sí o sí, es obvio, ya no podremos tapar el sol con un solo dedo. Se me hace ahora más fácil entender ciertas cosas, que es probable que algunas personas saben más de la cuenta, que saben las intenciones más íntimas de la minera y del peligro que algunos corren por estar ardorosamente defendiendo la vida y la salud, creo que podría salir corriendo a las calles, si pudiera gritando ¡Eureka! Y claro, porque tengo ya no el pálpito sino la casi seguridad que habrían ciertas directivas que están demorando en concretarse o algo los detiene, en fin…

Lo cierto es que detrás de estos señores se mueven miles de millones de dólares y detener esto es a toda vista imposible, ellos se saldrán con la suya de todas maneras, tienen ya la victoria cantada y en cualquier momento empezarán a dar anuncios determinantes, tanto de ciertas concesiones, como también de que la obra se iniciaría tal fecha de manera indefectible y eso podría suceder o bien a fines de este gobierno, faltando unos pocos días o bien en los primeros días el gobierno siguiente, porque ambos son pro mineros, tienen diferentes estilo pero son partidarios de la minería tal cual se quiere dar en el Valle de Tambo, de modo que no hay ya remedio, la minería se dará y no es que me rinda sino que considero inútil ya luchar por algo que los demás ya no quieren defender, creo que ya la resistencia ha disminuido y se perdió

Aunque mejor creo retornaré a Lima, al hogar, dese allí seguiré con mis participaciones radiales y escritos de siempre en www.peruesmas.com/mollendo  LA WEB DE MOLLENDO