Necesitamos un neologismo

Jorge Paredes Romero
Periodista y Humanista peruano

Cuando uno crea un vocablo que surge como derivación, composición o invención para señalar algo que consideramos sui generis, decimos que es un neologismo (neo = nuevo logos = palabra)

Considero una necesidad encontrar una nueva palabra, para definir lo que viene sucediendo en la sociedad peruana y/o mundial, porque la corrupción ha contaminado todos los estamentos de la misma, no hay ya sector que no esté incluido en dicha corrupción, la política, la educación, el trabajo, la salud, la religión, la justicia, etc., etc.

Si solo analizamos la política diríamos que jamás hemos visto cómo es que sucesivos gobiernos hayan sido coimeados sea en sus estratos altos y/o bajos del aparato público; la educación ha sido tocada por una corriente que desde hace unos años ha venido apoderándose de otros sectores, como los medios de comunicación por ejemplo, en donde no hay organismo que no tenga en su organigrama representantes de ellos y es así que ahora quieren incluir en la curricula como un nuevo aprendizaje lo concerniente a la "identidad de género"
 

El trabajo está ya hace rato contaminado por el abuso y la explotación, al extremo que el mismo gobierno quiso hace unos años con la ley 30288 legalizar ese abuso (y es que ahora se viene haciendo uso de la corrupción legalizada); la salud ha dado puerta libre a la industria farmacéutica para inundar el orbe con fármacos paliativos", de tal manera que no hay preocupación ya por curar, pero si hacernos dependientes de cierta farmacoterapia, la Dra. Ghislaine Lanctot lo ha puesto por escrito en su libro "La mafia médica"
 

La religión se ha convertido en un vil negocio, en donde ciertas denominaciones vienen "recogiendo" ofrendas "voluntarias", en las cuales se comprende propiedades, joyas, vehículos, etc., de tal modo que muchos quedan en la pobreza al renunciar a sus bienes terrenales, mientras ciertas religiones se han enriquecido, incluyendo sus pastores; la justicia ni que decir, ya no existe el respeto a la equidad, a la pena correspondiente a la magnitud del delito, incluso vemos que inocentes son sentenciados injustamente o los derechos de muchos son desconocidos, etc., etc., hay una intencional burla a la justicia, especialmente de aquellos que tienen dinero.
 

Esta descomposición global, que ha influido a sectores que jamás imaginamos serían contaminados, ha llegado incluso a la niñez, en donde infantes vienen cometiendo excesos y escuchamos frases como "¿Si aquel lo hace, por qué no yo?" o "Si mi padre lo hace, entonces yo también puedo hacerlo" y vemos niños drogándose, bebiendo licor y hasta el extremo de cometer asesinatos entre ellos o con mayores.
 

Esta generalización extendida a todas las edades, todos los estamentos y que trasciende los tiempos y el espacio, tendría que ser denominada con un nuevo vocablo, por eso es que decía, necesitamos un neologismo, de ese modo sabremos a qué atacar, o qué es lo que tenemos que combatir para recuperar la paz social, el respeto a los derechos humanos y el equilibrio de valores universales, porque esto es mucho más que corrupción, es algo que compromete mucho más que lo tradicional, está corroyendo a toda la sociedad en pleno, en todas sus expresiones y manifestaciones, es un fenómeno global y generalizado.
 

Jorge Paredes Romero
Periodista y Humanista peruano