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Escritos de Jorge Paredes Romero desde Lima Perú |
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Escritos de Jorge Paredes Romero desde Lima Perú |
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Radiografía a la salud peruana
Jorge Paredes Romero
Han transcurrido desde aquel entonces algo de 30 años y efectivamente la situación no ha cambiado, ha empeorado, pero creo hice mal en romper aquello, sin embargo tratare de resumir en un comentario aquello y lo nuevo que observé a lo largo de los años. Lo más saltante en esos años (1972 – 1980) fue el abandono que se hacía de los ancianos y las personas con discapacidad, eran relegados a las llamadas casas de reposo contratadas por el Seguro, a donde trasladaban a los ancianos y pacientes que simplemente ya esperaban la muerte y los vi morir en una de aquellas casas, recuerdo la llamada Clínica Chorrillos, en el distrito del mismo nombre. Era un local donde apenas tenían una vieja silla de ruedas, la misma que servía para trasladar a pacientes a los servicios o para trasladar a los fallecidos, solo disponían de esa silla de ruedas, no tenían ni una camilla, tampoco ambulancia, había que solicitarla al seguro para algún traslado y la atención la daban enfermeras técnicas, solo había una licenciada para cada servicio. Averigüé la situación en otras “casas de reposo” y me dijeron que era igual o peor, pero también existían clínicas que tenían contrato con el seguro, como por ejemplo Santa María Reina o Maison Sancte y otras más donde la atención era mejor aunque esta atención no era gran cosa, sencillamente se cumplía con protocolos que permitían al paciente superar ciertos problemas y se les daba de alta o bien a casas de reposo o a sus domicilios una vez que salían de la crisis. Es más adelante cuando aparece el servicio de PADOMI, Programa de atención domiciliaria, que esos pacientes permanecemos en nuestros domicilios y es aquí donde ahora esperamos la muerte, ciertamente el seguro se ha liberado de esos pacientes, que ahora son atendidos en sus domicilios y cada semana nos visita una enfermera y una vez al mes un médico, con recetas ya redactadas de modo que es simple rutina. Muchas veces faltan medicinas, otras veces no entregan, otras cometen errores, siempre es así El problema es que ya no hay interés en lograr diagnósticos, simplemente se recurre a los analgésicos, mas aun ahora que existe un departamento llamado “terapia del dolor”, que receta ciertos fármacos que solo calman el dolor y seguimos viviendo el día a día esperando nuestro fin, porque somos ya pacientes que “no tenemos remedio”, me da la impresión que ya hemos sido cuasi abandonados y con nosotros se comete algunas veces errores, otras no se nos provee las medicinas o insumos biomédicos necesarios, es decir ya no hay interés en rehabilitarnos. Quizá es uno de los aspectos que me hace ver claro uno de los objetivos del Nuevo Orden Mundial, reducir la población a 500 millones o la expresión de la directora del FMI, Christine Lagarde, ”Los ancianos viven demasiado y es un riesgo para la economía global , hay que hacer algo ya” porque querer reducir la población mundial a 500 millones significaría eliminar a 11 de cada doce habitantes.
Lo que vemos en Perú respecto a la salud es un abandono cuasi criminal, porque se está proporcionando a la población solo fármacos paliativos, cada vez más potentes, constituyendo ello un negocio para los laboratorios, incluso alguien dijo que si nos curamos entonces ya no tendrían ingresos los laboratorios verdad? No entiendo en verdad la moral de una buena parte de médicos que han estudiado para curar y solo recetan pastillitas de colores para hacer desparecer síntomas. Durante muchos años en estos hospitales, vi la forma como algunos de este personal asistencial, médicos, enfermeras y auxiliares maltrataban a los pacientes, especialmente aquellos poco informados o que carecían de familiares capaces para defenderlos. Yo tenía que exigir o mi familia mostrar preocupación, para lograr atención adecuada A mí me sucedió algo el año 2001 cuando estaba muy delicado en casa y vinieron de STAE y me dejaron paracetamol, cuando me puse peor llame de nuevo a STAE y vinieron la misma doctora y enfermera y me gritaron, diciendo que ya me habían dejado paracetamol y no fastidiara. Un par de horas después mi familia me internaba en emergencia del hospital Almenara con Sepsis, pasé varios meses internado con transfusiones de sangre y dos meses de alimentación enteral, me extrajeron la cabeza del fémur derecho y recuerdo cuando me daban de alta me dijeron, ya resígnese y mejor que hagan su cama cerca al comedor para que este con su familia, asi lo hicieron pero me esforcé y logre levantarme hoy lo hago, casi con la misma rutina de antes del 2001 aunque con ciertas limitaciones pero sobreviví 16 años Lo que sucede es que me dejaron solo con suero en ese hospital, hasta que un joven médico le dijo a mi esposa: “Señora, reclame una bomba de alimentación enteral eso salvará a su esposo” y así fue eso me salvó, pero no querían gastar y me abandonaron a morir eso sucedió hace 17 años en el hospital Almenara O como allá en los años 70 un médico del Rebagliatti me dijo: “mañana te vas de este hospital, necesito esa cama para uno que produce”, y me dio de alta y a mi casa. Cuánto quisiera encontrarme con ese medico y mostrarle todo cuanto hice en estos 40 años. O lo que me sucedió en otra oportunidad, cuando un enfermero cometió una mala praxis en mi domicilio, pero el servicio de urgencias no me atendió y tuve por mis propios medios que encontrar solución. Primero me trasladé en un taxi al Hospital Marino Molina, pero no solucionaron, esperaron varias horas hasta que hubo una ambulancia disponible y recién a media noche solucionaron mi problema, pasaron más de 7 horas para que en el hospital Sabogal pudieran ayudarme
Es triste lo que tenemos que pasar muchos pacientes de los servicios
de salud peruanos, tengo alguna información de hospitales de Minsa y
de los hospitales de la sanidad militar y tengo entendido que
también tienen muchos problemas, carencias y errores cometidos con
ellos. Jorge Paredes Romero - www.peruesmas.com LA WEB
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