Reflexiones (octubre 2015) Jorge Paredes Romero Periodista y humanista peruano Amigos, les dije que investigaría algo sobre el TPP y otros temas que nos interesan, aquí unas reflexiones… Hay algo que no nos damos cuenta, porque estamos muy distraídos, hemos vivido treinta, cuarenta, cincuenta o más años y jamás hicimos lo que queríamos, ya que todos los días nos la pasamos en la misma rutina, era diferente cuando éramos niños, en donde casi si podíamos disponer de un tiempo para nosotros, ahora no, ahora todo es rutina, sin embargo nos hicieron creer que somos libres, que el 28 de julio significa libertad, cuando es una enorme mentira. Todo lo que necesitamos para sobrevivir tiene dueño, nada es nuestro, aun recuerdo cuando iba a Arequipa a recoger fruta de los huertos, igual era aquí en la casa familiar en Mollendo, ahora no hay ya esas exquisiteces; antes tomábamos agua de la manguera, habían muchos terrenos libres, ahora no hay agua pura, ya no hay terrenos disponibles, cada día es más difícil; solo vivimos obedeciendo las leyes que nos imponen y durante catorce años en la escuela y luego 5 o 6 años más en la universidad, así es como conocemos el mundo que nos rodea y por repetir de memoria lo que nos dice el maestro, nos colocan 18 en la libreta. Todos somos moldeados bajo un mismo modelo, no les interesa que seamos más o menos inteligentes, sino lo suficiente aptos para mover sus maquinarias, simples memoristas, jamás podríamos cuestionar lo que nos dicen, no somos pensantes, no deliberamos, no somos libres. Estamos supeditados a un estructuralismo mal intencionado, cuando lo que requerimos es integralidad y rescatar nuestra espiritualidad, solo podremos conseguirlo con el Holismo. Nos la pasamos más de ocho quizá catorce horas diarias trabajando, movilizándonos y preparándonos en casa para trabajar, no nos queda ya tiempo para nosotros, ni para la familia, porque terminamos el día cansados, malhumorados y así transcurrimos hasta que de pronto llegamos a los 65 años, en donde nos jubilan con una miseria de pensión, 450 nuevos soles, y al morir nosotros, la viuda recibirá 225 nuevos soles. Si llegamos más allá de los 70, que es la media de vida en Perú, entonces EsSalud se preocupara por nosotros, claro, tal como lo dice esa señora del FMI., la señora Christine Lagarde quien ha dicho categóricamente: “Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo, ¡y ya!” y es lo que hace EsSalud, simplemente nos deja morir o nos impulsa a ello, porque sencillamente debe obedecer las directivas que vienen del Sistema y lo que dijo esa señora lo es. Mientras tanto vemos crecer a nuestros hijos, ya estudiaron, se prepararon e irán a los talleres, oficinas y fábricas a realizar su trabajo, el mismo que nosotros hacíamos y recibirán la paga, lo mismo que nosotros recibíamos y todo para que los ganadores sean los de arriba, los del poder, los del Sistema, los que ahora están aquí conversando con nuestros representantes, dándoles indicaciones de cómo deben hacer su trabajo y como deben dejar el gobierno para el siguiente, el que nos harán creer nosotros elegimos. Y es que el mundo les pertenece a ellos, nosotros solo somos los que movemos sus industrias, sin embargo les somos valiosos, ‘claro que sí!, pero solo cuando somos jóvenes, fuertes y saludables, cuando podemos construirles sus edificios y pelear las batallas por ellos, ya que ellos nunca van a las guerras, somos nosotros o nuestros hijos los que morirán por ellos y a cambio de todo esto, nos darán unos billetes, que gastaremos comprando las cosas que venden ellos, para que se enriquezcan ellos, y si estas en los EE. UU., somos nosotros los que iríamos a las guerras, para que ellos nos den de premio, la nacionalidad ¿Acaso no vemos como destruyen el hábitat de nuestros hermanos aborígenes, y dicen que les han dado una ley de consulta, la cual es solo un papel que no sirve para nada?, igual te meten bala y te hacen arrodillar, para luego colocar sus chimeneas y tuberías, para extraer la riqueza de la tierra que es nuestra, para luego dejarnos sus desmontes químicos, basurales tóxicos, que nos enferman y nos asesinan silenciosamente. Y nos prometen dinero, pero que es ese dinero, es lo que produce el trabajo nuestro y a ellos les damos el oro, el gas, los hidrocarburos, y ellos nos dan billetes de papel para comprar lo que básicamente necesitamos, porque el dinero no se come, sino lo que podremos comprar con esos papeles los cuales ya parecieran de caucho, porque los estiramos a más no poder y nuestras esposas parecen hechiceras, haciendo alcanzar esos diez soles para todo el día. En el mundo mueren cada día millones de personas por no tener comida, eso sucede aquí y en muchas partes del mundo, sin embargo los comedores de Metro, VEA, etc., botan esas comidas sobrantes, prefieren eso a regalarla o donarla, mientras tanto ellos, los del Sistema siguen contaminando el mundo, ahora hay menos tierras, menos arboles y menos minerales, ¿qué sucederá cuando todo se acabe? Pues ellos ya lo tienen previsto, ya están pensando en colonizar Marte y ya saben lo que hay allá y ese es el objetivo de los viajes espaciales, saber cómo podrán huir o tal vez como enviar maquinarias a excavar y hacer lo mismo que han hecho acá en nuestro territorio. Cuando ya no haya hidrocarburos ni el gas, porque nada es eterno, son recursos no renovables, que nos dejaron los hermanos de atrás, para nosotros desperdiciarlos, habremos destruido el planeta, no habrá recursos que explotar, dejaremos de interesarles, pero también nosotros estamos destruyendo la vida; vivimos en medio del cáncer, del VIH y se dice que ya son curables, pero esas medicinas cuestan miles de soles, cuando fabricarlas apenas cuesta cien soles, pero ellos la venden a 5,500 soles, esa es la verdad señores, eso es lo que se esconde tras del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), sinceramente creo que la angustia de pagar al médico y comprar las medicinas, nos enferma más que el mismo cáncer, preferiría no saberlo nunca, he logrado llegar a los 72 años sin enfermedad alguna, no camino, pero pienso, escribo, hablo y soy útil, si me enfermara los que se enriquecerían con ello, sería la industria farmacéutica, mientras yo sigo muriendo, a esa industria les conviene que sigamos sufriendo, que sigamos enfermos, que nunca sanemos, porque de eso viven, con nuestra enfermedad se enriquecen. Se dice comúnmente que somos lo que comemos y pues es cierto, sin embargo se ha multiplicado la comida chatarra en las calles y eso comemos, sin saber que esa carne que ingerimos viene con una serie de aditivos que recibieron estando en vida el animal, vía suplementos alimenticios, hormonas, medicinas, drogas, incluyendo enfermedades propias del animal, todo ello es tóxico que estamos comiendo, nosotros eso no podemos detectarlo y los medios de comunicación les hacen publicidad, porque las corporaciones, la industria alimentaria les paga por ello, a sabiendas que todo eso sucede con esos productos, ellos les hacen publicidad incluso en sus torpezas los consumen.
Nos consideramos muy inteligentes
porque poseemos computadoras, smartphons, carros del año y
disponemos de máquinas construidas por el ser humano inteligente,
cuando en realidad esas maquinas que hacen el trabajo de diez o más
obreros, nos indican que nos estamos volviendo cada vez más ociosos,
la televisión nos muestra un mundo fantasioso, no es la realidad,
sin embargo nosotros creemos que esa es la realidad y tratamos de
imitarlos, nuestros niños los imitan casi a diario, compran sus
ropas, crean juguetes parecidos a lo que ellos usan en sus concursos
y muchas veces en ese emularnos, encuentran la muerte. A veces me disgusta estar en la Internet, pero llego a darme cuenta que si la utilizo bien puedo darle excelente utilidad, mientras utilicemos la tecnología para el bien, pues sigamos adelante, pero dejemos de causar destrucción, tengamos amigos para hacer el bien, avancemos, evolucionemos y no sigamos en la ruta de la involución, procuremos el cambio a partir de nuestro cambio, seamos mejores. Nosotros somos los gestores de nuestro destino y también en alguna manera en el de nuestros hijos, de nuestra familia, entonces colaboremos para que tengan un mejor destino.
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