|
César Acuña no es ingeniero, fue
alumno fantasma
El ingeniero Masahiro Ywanaga Angulo, ha sido dirigente estudiantil
en sus años mozos, profesor y decano de la Facultad de Ingeniería de
la UNT, presidente de la Federación de Docentes de la UNT (FEDUNT),
presidente de la Federación Macrorregional Nor Oriental de Docentes
Universitarios, videpresidente de la Federación de Docentes de la
Universidad Peruana (FENDUP), y presidente de la Asociación de
Docentes Cesantes y Jubilados de la UNT. Ahora, en su calidad de
maestro cesante, retirado de los avatares propios del ejercicio de
la docencia y de la dirigencia universitaria pero siempre enhiesto y
firme, como los viejos robles, ha accedido a ser entrevistado por
Universitas sobre el controvertido caso de la graduación y
titulación de César Acuña Peralta, actual burgomaestre de nuestro
honrable ayuntamiento provincial.

César Acuña no es ingeniero, fue alumno fantasma
Tráfico de Notas
Universitas: Ingeniero Ywanaga, entre los años 1989 a 1991 las
primeras planas de los diversos medios de comunicación trujillanos
fueron conmocionados por el escándalo de un tráfico de notas, de
actas, de convalidaciones, y de graduaciones y titulaciones en la
Facultad de Ingeniería de la UNT, que usted denunció públicamente en
su calidad de decano. ¿No cree que se excedió al hacer pública su
denuncia, considerando que con esto se manchaba el prestigio de la
Casa de Bolívar y Sánchez Carrión?
Masahiro Ywanaga Angulo: Pasados más de 20 años de ocurridos los
hechos, considero que fue una necesidad denunciarlos públicamente
pues eran delitos de corrupción en los que estaban coprometidos
muchas personas, incluyendo autoridades. No hacerlo habría
significado avalarlos, como dice el refrán, el que calla otorga. Los
que han manchado sin remedio el prestigio de la Univeridad han sido
quienes festinando trámites y adulterando documentos realizaron
grandes faenones al interior de mi Facultad.
Convalidación de fotocopias
U: ¿Cómo se inicia el caso?
MYA: Cuando fui director de la Escuela Académica Profesional de
Ingeniería Química (EAP-IQ), descubrí que habían irregularidades
como la desaparición sistemática de actas, por lo que muchos alumnos
no podían continuar sus estudios, originándose interminables
problemas de reclamos y denuncias sobre cobros y extorsiones por
parte de los afectados. otro caso era la convalidación de cursos por
la Oficina de Bienestar Universitario (OBU), con la sola
presentación de fotocopias de actas sin exigir las actas originales,
a pesar que la OBU no era ni es instancia académica. Un tráfico de
escándalo. Alumnos fantasmas que nunca asistieron a clases, ni
teóricas ni prácticas, aparecían aprobando los cursos con notas en
actas adicionales, a destiempo y con matrículas extemporáneas,
realizadas entre gallos y medianoche, podríamos decir, a pedido del
cliente. Todo un carrusel. Los resultados de mis investigaciones las
informé, por escrito, a los decanos de entonces, primero el
ingeniero Fernando Neyra Bisso y, luego, el ingeniero Raúl García
Angulo, quienes no hicieron nada.
El súperdotado
U: Al usted ser elegido decano de la Facultad de Ingeniería, ¿qué
ocurrió?
MYA: Cuando fui elegido decano, la Facultad de Ingeniería comprendía
las Escuelas Académico Profesionales de Ingeniería Química,
Ingeniería Industrial, Ingeniería Metalúrgica e Ingeniería Mecánica.
Los problemas que yo había denunciado cuando fui director de la
Escuela de Ingeniería Química ocurrían también en las otras tres
escuelas de la Facultad. En mi calidad de decano encargué al
ingeniero Juan Guerrero Llúncor, director de la EAP-IQ para que
realizara una investigación exhaustiva sobre estas irregularidades.
El informe del ingeniero Guerrero Llúncor destapó una verdadera caja
de Pandora con nombres y apellidos, todos infestados por la
corrupción más desaforada al seno de la propia Facultad de
Ingeniería. En el colmo de los colmos, el alumno César Acuña Peralta
aparecía aprobando en un ciclo 48 créditos (en el año académico de
1977) en lugar de 22 que era y es lo normal. Todo un súperdotado.
¡Ni Einstein! Además, había aprobado cursos secuenciales en forma
paralela. Por si esto fuera poco, primero aprobó cursos superiores
de línea y después los prerrequisitos, siendo esto imposible por
razones obvias (ver facsímil de actas). Como también se comprobó,
varios de sus documentos aparecían como ingresados a secretaría de
la Facultad en días de huelga general indefinida (¡!). Lo cual es
materialmmente imposible. Pero, a pesar de todas estas flagrantes
irregularidades, ¡fue declarado expedito para sustentar una tesis
bipersonal!
Alumno fantasma
U: ¿Algo más?
MYA: Apenas asumí el decanato me alcanzaron para que firmara, entre
otros, el Diploma de grado de Bachiller de Ingeniería Química de
César Acuña Peralta. No lo hice. No recordaba haberlo visto como
alumno en los ambientes de la Facultad y al revisar mis actas del
curso de Operaciones Unitarias I, que sólo yo dictaba en Ingeniería,
no aparecía ni como matriculado ni como asistente el nombre de César
Acuña, pero en su Certificado de Estudios aparecía con nota
aprobatoria de 11 (once), gracias a una irregular Resolución
Directoral de Bienestar Universitario. Es más, en sus certificados
de estudios presentados, casi todos los cursos del señor Acuña
aparecen aprobados gracias a la asombrosa Resolución de Bienestar de
Universitario No. 0895-81 (¡!).
U: Entonces empezó el escándalo
MYA: A nivel externo, todavía. Internamente comenzaron primero los
halagos, las invitaciones, los ofrecimientos, las presiones, las
hostilizaciones y las amenazas de todos lados, hasta el rector de
entonces el ingeniero Carlos Chirinos Villanueva. No cedí. Por el
contrario, mediante Resolución de Decanato declaré Nulo todo lo
actuado sobre el alumno fantasma César Acuña Peralta. El doctor
Pedro Castillo Bécar, jefe de la Oficina de registro Técnico de la
UNT, tuvo un gesto hidalgo que debo resaltar. Ante tanta
irregularidad, mediante oficio No. 098-89-ORT, me solicitó "no
existiendo matrícula académica registrada por el citado alumno César
Acuña Peralta, se le declare NO EXPEDITO para la obtención de su
Grado Académico y su Título Profesioanl por faltarle el número de
créditos exigidos por la Escuela de Ingeniería Química, " (ver
facsímil). Más claro, ni el agua. A pesar de todo, como los
amedrentamientos y amenazas se hicieron más frecuentes, me vi
obligado a denunciarlos públicamente mediante la prensa. Se hizo un
escándalo que duró varios meses. Yo hablaba con pruebas y
argumentos, y los mostraba. A cambio recibía diatribas e insultos
mediáticos de muchos periodistas a página llena, aunque, debo
reconocer, un buen sector de la prensa hizo eco de mis declaraciones
y defensa de la moral en la UNT. Además, buen número de docentes y
de estudiantes me apoyaron sin condiciones. Siempre les estaré
agradecido.
Danza de millones
U: Pero, finalmente, César Acuña se salió con su gusto y recibió su
título de ingeniero de la UNT...
MYA: Para verguenza eterna de las autoridades que hicieron posible
que un señor que nunca asistió a clases se titulara, en efecto,
siete años más tarde, así ocurrió. Sobre esto deberán responder el
rector Guillermo Gil Malca y el decano Mario Alva Astudillo, que
firmaron el grado de bachiller y el título de ingeniero fraguados de
Acuña. El señor Acuña se salió con su gusto, cierto. Pero lo que
nunca podrá demostrar es capacidad intelectual, menos conocimientos
de ingeniería. La capacidad y los conocimientos no se pueden
comprar. Basta escucharlo hablar para darse cuenta de sus graves
limitaciones cognoscitivas. La pobreza de su lenguaje es alarmante y
el atropello al idioma una verguenza. El señor Acuña sabe tanto de
ingeniería como un albañil de física cuántica.
U: ¿Por qué renunció usted al decanato?
MYA: Después de más de un año de lucha diaria y de enfrentamientos
en defensa de la transparencia y de la moral en la UNT, el poder
corruptor del dinero fue comprando conciencias y voluntades. Acuña
era un Midas que todo lo compraba y ensuciaba con dinero obtenido no
se sabe de dónde. Me fui quedando solo con mis principios y con mi
lucha contra la corrupción. Hasta que al final renuncié, pero sin
venderme ni postrarme de rodillas. Renuncié al decanato de
Ingeniería, pero no a mi lucha contra la corrupción.
U: Un mensaje final.
MYA: Aprovecho la oportunidad para saludar al SUDUNT por sus Bodas
de Plata. Son 25 años de luchas estoicas en defensa de los derechos
docentes y de la autonomía universitaria. Así mismo, con la
serenidad que me dan mis 77 años de vida, aprovecho esta tribuna que
me da Universitas para exigir a las actuales autoridades
universitarias se revise el caso Acuña que sigue y seguirá
constituyendo una herida abierta a la moralidad de la UNT y una
afrenta a la inteligencia.

Hacer clic en la imágenes para verlas en tamaño
grande
|
|