¿Qué está pasando con la inversión minera?
Por: Guillermo Vidalón del Pino
¿Por qué tenemos detenidos $27 mil millones de dólares de inversión en
minería?, ¿es un problema de percepción, de desconocimiento, es mala fe, hay
interés de todo tipo entorno a una operación minera?, ¿se trata de una
legítima preocupación ambiental, de demanda de incorporación de mayor valor
agregado?, ¿qué hay detrás?
La actividad minería comienza en la etapa de exploración que, en resumidas
cuentas, es la de estudio del área de terreno concesionada para conocer si
hay o no potencial geológico suficiente como para justificar un gran volumen
de inversión. La etapa de investigación no implica necesariamente que se va
desarrollar un proyecto minero, por lo tanto, denominar “daño ambiental” a
la construcción de trochas para facilitar el acceso al área de interés
resulta excesivo, más aun cuando todas las actividades económicas cambian el
paisaje para adecuarlo a sus necesidades, o ¿alguien imagina que los andenes
siempre estuvieron allí, o que la agricultura parcelera, tal como se lleva a
cabo en gran parte del territorio nacional constituye parte paisaje natural?
Obviamente no.
La percepción antiminera ha sido construida progresiva, paulatina y
sostenidamente, producto de una de las múltiples manifestaciones de una
opción ideológica que ve en la minería la expresión de sus más grandes
fantasmas: “el Imperialismo”. No se han planteado la respuesta a una
pregunta tan sencilla como es ¿cómo ser grande?, entonces, la omisión de
nuestra propia responsabilidad hace que culpemos al otro, ergo, hay que
combatirlo. Ni siquiera se proponen aprovecharlo estratégicamente para
fortalecernos, hallar sinergias y crecer conjuntamente sin confrontarnos.
El proponernos establecer sinergias implica una respuesta; al carecer de
ella, ante la evidencia de que los resultados sociales y económicos del
programa de apertura comercial son positivos, se han dedicado a la
elaboración de mitos antimineros. Una de sus afirmaciones es: “Ellos vienen
y dañan nuestro ambiente”; sin embargo, la realidad nos indica que el
principal destino para las exploraciones de metales no ferrosos, durante el
2012, se concretó como sigue: Canadá 16%, Estados Unidos 8%, Perú y Chile 5%
respectivamente. ¿Qué representa esto? que los países desarrollados siguen
investigando en sus territoritos para hallar nuevas oportunidades de
negocio, de generación de empleo, de mayores recursos para sus respectivos
estados y así financiar y sostener su desarrollo. ¿Acaso ellos dejan de lado
las consideraciones ambientales?, por supuesto que no, pero las colocan en
una balanza y analzan los pros y los contras, lo que en economía se conoce
como el costo beneficio de la actividad a emprenderse. ¿Acaso nosotros no
deberíamos hacer lo mismo?
Es decir, Canadá, siendo un país desarrollado, invierte más de tres veces en
exploración de la que se realiza en el Perú y los Estados Unidos, 60% más.
¿Será que ellos sólo piensan en explorar y no explotar sus recursos? Otra
vez, obviamente no. Lo que sucede es que están incorporando reservas para
sostener la demanda futura de su industria si es que prosiguen las
dificultades para explorar y operar en otras regiones del mundo. Ellos
seguirán expandiéndose y mejorando la calidad de vida de su población,
mientras que nosotros nos detendremos y empezaremos a retroceder producto de
la acción concertada de quienes nunca solucionaron el problema de la
pobreza. Nos hemos olvidado que las empresas públicas estatizadas en los
años 70 del siglo pasado terminaron quebradas y fueron convertidas en un
botín de sus eventuales administradores. Caso contrario es la experiencia
de las empresas privatizadas en los noventa, que una vez modernizadas siguen
generando utilidades y, por lo tanto, contribuyendo económicamente al fisco
a través del pago de impuestos.
¿Por qué la minería representa una opción de desarrollo para el Perú?
Porque el país cuenta con un gran potencial geológico, los países
cordilleranos suelen tener dicho potencial y no hay país en el mundo,
desarrollado o no, que prescinda del empleo de sus recursos naturales para
financiar su desarrollo. ¿Alguien conoce de algún yacimiento económicamente
rentable que no sea explotado por algún país desarrollado? Personalmente no,
como tampoco conozco a algún dirigente antiminero, quienes coincidentemente
suelen ser defensores de la educación pública, hayan matriculado a sus hijos
en una escuela del Estado, ¿por qué será? El Perú es el tercer productor de
cobre, plata, zinc y estaño del mundo; en adición, ocupa el quinto lugar en
producción de plomo y sexto del mundo. Con este potencial, ¿resulta
razonable dejar enterrada la herencia de nuestro territorio? Por supuesto
que no.
Lamentablemente, los mitos contrarios al desarrollo de la minería a veces
anidan en algunos claustros universitarios, quienes más que visiones parecen
sufrir de pesadillas respecto al futuro. Un país que continua
desarrollándose -a pesar de la desaceleración actual- es un país que va
dejando de lado la utopía para caminar sobre pasos firmes en la consecución
de metas concretas, como la disminución sistemática y progresiva de la
pobreza y extrema pobreza.
¿Qué hacer? Ser conscientes que las empresas mineras representan inversiones
de largo plazo, generalmente de dos o más décadas, lo razonable es diseñar
una estrategia de intervención acorde con la expectativa de vida útil del
depósito.
¿Qué líneas de acción debería contener dicha estrategia?
Respetar y respaldar la institucionalidad vigente. Esto no es una conducta
ideológica, sino un tema práctico; quien pretenda cambiarla en virtud de sus
convicciones personales ha erigido, sin percatarse, el primer escollo para
el desarrollo de su proyecto.
¿Cómo se respalda la generación de una institucionalidad pro desarrollo
empresarial y consolidación de nuestra actividad minera? La minería es una
actividad que, por sus características, está globalizada; por consiguiente,
si en una sociedad están vigentes en las mentes de sus ciudadanos conceptos
tales como que la libre iniciativa de las personas es lo que genera
Bienestar y Desarrollo, la inversión será bienvenida y tendrá menores
cortapisas. Dicha forma de percepción constituye el sustento y la garantía
de previsibilidad para cualquier inversión, máxime si es de largo plazo,
como la minería.
Las empresas mineras tienen que dar respuesta a los desafíos formulados por
quienes se oponen a la actividad. Deben construir una percepción de éxito
en función a la actividad extractiva y ello significa desmontar los
discursos anti-extractivos. De lo contrario, las clases políticas seguirán
definiendo su respaldo en función a cuál es la percepción imperante en la
opinión pública en un determinado momento; si es contraria, la autoridad
política tendrá más espacio para confrontarla y se seguirán elaborando
conceptos como “el que contamina debe pagar más”, esa es la formulación
resumida de la decisión política que se presenta a través de un mensaje
directo y fácil de comprender por el menos ilustrado de la opinión pública.
No se busca que analice, sino simplemente que acepte la sentencia.
En el plano de las percepciones, tenemos que actuar de la misma manera,
obviamente defendiendo nuestro punto de vista. Por ejemplo, emplear el
eslogan: “Con la minería…cuidamos el agua” y en imagen colocamos un caño, o
“Con la minería…nos comunicamos mejor” y en imagen dos celulares a los
lados, “Con la minería…cuidamos nuestra salud” y en imagen una hipodérmica,
“Con la minería… estudiamos más” y en imagen un niño escribiendo con un
lápiz e iluminado por un foco incandescente, “Con la minería…construimos
nuestras casas” y así sucesivamente. U otros mucho más efectistas, como
preguntar en una viñeta a un niño, ¿Quién se llevó tu lápiz? Y el niño
responde, “Los antimineros”.
Tenemos que llevar a la minería a la vida diaria para que la percepción que
tiene la opinión pública se transforme en positiva. En la actualidad, las
actividades económicas tienen que comunicar y no permitir que el discurso
anti-minero nos avasalle. Que el mensaje tendrá que ser sostenido, creativo
y reiterativo, hay que hacerlo.
Los opositores a la minería manifiestan que a la mayoría de la población no
le alcanza el beneficio de la actividad o que se queda en las instancias de
las respectivas administraciones gubernamentales; por ende, que haya más o
menos ingresos generados por la actividad minera no resulta relevante para
algunos. Entonces, ¿Qué hacer como empresa minera individual más allá del
accionar colectivo y el sectorial, porque también debemos lograr el
posicionamiento de la empresa en el área de interés? Las poblaciones de los
gobiernos sub-nacionales se oponen a la minería porque para ellos el “estado
de confort” es su situación actual, aunque sea en la pobreza. Si a ello le
sumamos los discursos de los opositores, la minería se convierte - en la
percepción de estas personas - en un riesgo, en vez de una oportunidad. Lo
que tenemos que hacer es sobreponer al discurso del riesgo el de la
oportunidad, pero la oportunidad se construye con análisis y acciones.
En escenarios donde el discurso que prima es “Agro Sí, Minas No”, las
mineras tenemos que empoderar a nuestros interlocutores si es que queremos
lograr acuerdos, lo importante será el proponer un programa de mejora
técnico productiva para el conjunto de pobladores, no necesariamente con
recursos de la empresa, pero sí se debe elaborar un “Plan de Desarrollo
Local” lo suficientemente persuasivo como para motivar la “Apuesta por la
Minería”. El “Plan de Desarrollo Local” tiene que estar engarzado al “Plan
de Desarrollo Provincial y Regional” para que implícitamente comunique
“Sostenibilidad más allá de la Mina”, de paso rebatimos una inquietud de la
población que suele manifestar “¿Qué pasará una vez que se acabe el
recurso?”. Para evitar ese cuestionamiento, los Planes de Desarrollo deben
ser Sostenibles, tener al menos el alcance de la vida útil del yacimiento y
transmitir que hay esperanza después de la mina.
¿Por qué tan amplio?, porque el impacto económico de la redistribución
minera impacta favorablemente todos los ámbitos económicos de una región y,
en la medida de lo posible, hay que evitar que dichos recursos sean
malgastados. El Plan debe ser socializado por los medios de comunicación
local, de esta manera se legitima la “Apuesta por la Minería”. Los recursos
iniciales provendrán de la minera, pero la apuesta futura tiene que estar
vinculada a los recursos que aporta o aportará al Estado la explotación del
depósito de mineral bajo ciertas variables de precio.
Los países mineros tenemos que incrementar nuestra productividad en los
sectores económicos que constituyen nuestra principal fortaleza, así como la
infraestructura productiva para que la población perciba a la minería como
“La Palanca de Desarrollo”, local, regional y nacional. En la actualidad,
China es el primer socio comercial del Perú, se está generando un Nuevo
Orden Económico Mundial del cual debemos salir fortalecidos. Debemos
empezar por hacer que nuestro público interno asuma el discurso pro minero,
porque necesitamos que todos los miembros de la organización persuadamos en
favor de la minería.
Si tenemos la convicción de que la minería es la oportunidad de generación
de Bienestar y Desarrollo para millones de personas, lograremos
sobreponernos a la arremetida antiminera.
Muchas gracias por leerme. Se autoriza su reproducción (siempre que se
respete la autoría del mismo) para que más peruanos seamos conscientes de la
importancia de la minería en el proceso de desarrollo y generación de
bienestar en el Perú.
Saludos,
Guillermo Vidalón del Pino
Superintendente de Relaciones Públicas
Southern Peru Copper Corporation
Telf. 512 0440 Axo. 3212
Av. Caminos del Inca 171
Surco, Lima 33
Respuesta al Sr. Guillermo Vidalón del Pino
Señor Guillermo Vidalón del Pino, siempre leo sus comentarios que llegan a
mi correo, varias veces estuve tentado en responderle, ahora lo haré. No
creo que tengamos la mala percepción, poco entendimiento y menos mala fe en
torno a la minería, pero si se trata de dar valor agregado, creo que
podríamos hacerlo mejor a insumos que acarrean menos riesgo y mayor
utilidad, nos referimos a los insumos alimenticios, acto que nos llevaría a
una Agroindustria floreciente y positiva y no necesariamente a la minería,
actividad que contamina, mata y enferma y si trae dinero pues no se para
quién será ese dinero, porque al pueblo no le llega tal dinero.
Y
claro que el inversionista tiene que explorar y ya lo hizo en demasía, Perú
está mapeado, nosotros lo vemos en la página de Perú Petro y otras páginas
muy ilustrativas y lógicamente esas empresas o los inversionistas, tienen
que saber qué riesgos corren y si el metal extraído justifica la inversión.
Y que cambian el paisaje, indudablemente lo hacen, pero no solo cambian el
paisaje sino la vida misma y de generaciones, pues estas quedan truncadas,
erradicadas, expulsadas de su hábitat, de sus raíces culturales, que a la
minería poco o nada le importa. Y los andenes pues claro que no siempre
estuvieron allí, costó trabajo hacerlos, por un pueblo de sentido
comunitario, pero esos andenes nos trajeron alimento, mucho alimento con
agua racionada inteligentemente y no perversamente utilizada, esa es la
diferencia entre esos pueblos y las empresas mineras.
No
hay anti minería, lo que si hay es de parte de las empresas mineras
actividad antibiótica, es decir contra la vida; la minería se ha ido
elaborando en base al apetito desmedido del ser humano por el oro, la plata
y otros metales, por los cuales por centurias han acarreado guerras,
asesinatos, crímenes y destrucción cultural, como la de los hispanos en esta
parte de América desde 1532 y lo mismo hicieron los sajones al norte, los
holandeses en África y los ingleses en la India, etc., etc. Si para ser
grande es necesario aplastar, destruir, matar, entonces no quiero ser así de
grande, prefiero seguir siendo un ser humano sensible, humilde, pero con
salud, con buenas vías respiratorias, sangre sana y agua de garantía, quiero
comer vegetales no regados con aguas que lavan los relaves, no señor
Vidalón.
La
confrontación nace de Uds., si, de Ud. mismo, ya que trabaja para una
empresa que extrae minerales desde hace muchísimo tiempo, no solo aquí en
Perú, sino en otros lugares del mundo, una empresa que le brinda a Ud., un
excelente sueldo para que escriba a favor de la minería, a mí nadie me
alcanza un céntimo para escribir, ni lo reclamo, esa es otra diferencia, ¿lo
percibe Ud.? A mí me paga la gratitud de la gente, del ser humano, del niño
sano, del anciano fuerte en su vejez, ese es mi noble pago, y yo escribo en
defensa de la vida y en todo caso a favor de la buena manera de hacer
empresa, porque si hay manera de hacerlo.
No
hay mitos anti mineros Sr. Vidalón, lo que hay son engaños mineros,
levantando encuestas desalineadas, no con datos precisos, contratando
prensa, elaborando publicidad para televisoras que viven de ello, la gente
del Valle de Tambo por ejemplo no quiere mina, y claro que desea
desarrollar, para ello tiene sus propios recursos, la agricultura, pero esta
requiere agua, que la minería desvía por el sur con malas artes. Si el Valle
de Tambo tuviera el agua que le corresponde por ley divina, entonces otro
sería el cantar, si esa gente tuviera acceso a maquinaria de Agroindustria,
formación técnica y agrícola, si el CETICOS cumpliera su labor de exportar,
industrializar, transformar, entonces otra sería la historia.
¿Sabe Ud. porque esos países del hemisferio norte y Europa han desarrollado?
porque supieron protegerse, y también supieron retener la tecnología, no
compartieron las máquinas, se llevan cerebros latinos a sus países y los
retienen, no nos permiten progresar, y por siglos se han llevado los metales
de aquí para construir maquinarias para ellos, para fabricar artefactos que
luego nos venden a sobre precio. Le doy ejemplos sencillos: siempre se
llevaron a precios bobos el cobre en cátodos y otros metales, esos metales
regresan en computadoras, radios, televisores, lavadoras, antes se llevaban
el zinc y nos lo regresaban laminado para leche enlatada y se llevaban lana
de alpaca y nos la traían en casimires, siempre fue así, se llevan metales
nos traen carros usados, aviones, balas, fusiles, claro que lo sabemos sr
Vidalón.
¿Sabe Ud. que empresas de Canadá, Estados Unidos, solo para citar dos
ejemplos, exploran y explotan en el exterior y no en sus países?, ellos
están dejando sus insumos para los últimos tiempos, cuando ya los demás no
los tengan, entonces recién ellos se arriesgaran a extraerlos, como únicos
dueños y señores, pero para ello tendrán todo el respeto y cuidado que les
exige la ley, allá si, aquí no, ¡esa es la diferencia!, por eso progresan y
lo de privatización o nacionalización, no es el problema la empresa a cargo
del estado, el problema es el ser humano, es el hombre corrupto, al que el
estado encarga la dirección, las gerencias, los funcionarios, el ser humano
lo tiene podrido todo lo que toca política y administrativamente, pero ese
es otro problema que no viene al caso, aunque sí los lobbies que se forman
en el legislativo, para aprobar leyes pro mineras, al menor descuido nos
clavan la ley…
Reitero,
que efectivamente si hay recursos en esos países, ya le dije los guardan
para su momento eh? Claro Ud. plantea ahora esas estrategias de tipo
publicitario que viene a ser lo que ya se está efectuando en la televisión
desde hace años, no es nada nuevo, no y el pueblo no se deja engañar, porque
ya dejó de ser inocente e ingenuo, tampoco venga a decirnos que somos anti
mineros y nosotros somos los que privamos de educación a los niños, con la
figura de quitarles el lápiz, ¡Por favor Sr. Vidalón! No subestime nuestra
percepción ni grado de comprensión, aun de lo subliminal, el pueblo ya sabe
defenderse… En cuanto a los PAMA y a lo que recién viene haciendo ¿por qué
no lo plantearon o lo hicieron hace muchos años, cuando llegaron a Perú,
mucho antes. Una pregunta puntual: ¿por qué demoro la Southern más de
cincuenta años en construir la planta de ácido sulfúrico y las plantas
desalinizadoras en fundición de Ilo? ¿Esperaron envenenar valles,
poblaciones y ríos para recién hacerlo? ¿Esas son estrategias Sr. Vidalón?
Claro que lo son, pero son estrategias de ocultar el daño que sabían iban a
ocasionar, levantaron campamentos, bonitas viviendas, las amoblaron para sus
empelados y obreros, les dieron vehículos, clubes, diversiones, pero la
procesión iba por dentro, eso lo sabían los ingenieros, pero se callaron la
boca en mil idiomas y por muchos años.
Y claro
que sí, seguiré diciendo: “Al agro si, a las minas no”, es comprensible,
comemos del agro no de la mina, nos alimentamos de patatas, no de piedras,
menos de relave, quizá otros se llenen los bolsillos con la minería,
nosotros nos llenamos los pulmones de aire tóxico, los intestinos de
alimentos contaminados, esas personas que se llenan los bolsillos con el
dinero de la minería viven lejos, protegidos, lejos de los humos, tienen
otras aguas, respiran otros aires, somos nosotros los que sufrimos las
consecuencias de ese enriquecimiento, de esas inversiones que Ud. reclama,
porque es su trabajo reclamarlo, hacerlo con discursos, tratar de
convencernos, ¿no es así Sr. Vidalón?,
Ud sabe
perfectamente el impacto post minería, claro que lo sabe y conoce que luego
de ello quedan tierras sin valor agrícola, la que tuvieron antes, cuando las
aguas eran limpias y los minerales tenían otro fin, nutrir la tierra. Al
momento de mover esas tierras, la minería utiliza una serie de elementos
químicos, que son los que contaminan la tierra, el mineral no, el mineral
siempre estuvo allí, nutriendo, dándole valor a la tierra para el uso
natural que es la agricultura, cuando se acaba la minería, adiós mineral,
quedó el lugar como un vertedero de químicos destructivos
de la vida, relaves miles de veces venenosos, tierras ni siquiera eriazas,
terminan improductivas; cursos de agua sin valor, toda la naturaleza
trastocada, los aires enrarecidos, socavones donde antes eran llanuras,
cerros de andenería. Dígame señor Vidalón si eso es planificar la post
minería, acaso se pensó de qué manera resarcir a esos propietarios,
agricultores, Uds. piensan quizá con unos miles de dólares que se acabarán a
la vuelta de la esquina, ya no se accederá al hábitat natural, a la vida
limpia de antes, ciertamente era humilde pero sana, ahora de qué valen esos
billetes que se utilizaran en comprar medicinas y alimentos importados, no
señor Vidalon, tienen que plantear otras estrategias, tienen que sincerar y
no creer que el habitante de los andes sigue siendo el inculto, el
ignorante, el iletrado, somos conscientes que tenemos riquezas, entonces
esas riquezas tiene un valor, en todo caso preferimos vivir sin minas, ya
que así tenemos segura la vida, pero si Uds. quieren y van a conseguir los
terrenos con un “sí o sí”, entonces significa que el dinero de Uds. tiene
mucho poder, que compra conciencias, voluntades, funcionarios, gobernantes,
por qué no entonces planifican con el dueño, el verdadero dueño de esas
tierras que son los pueblos, todos sentados ante una mesa concordante y con
sinceridad, muchísima sinceridad, plantear las cosas en su verdadero color y
también toda la amargura.
De otro
modo, no creo que el pueblo quede tranquilo, al imponérsele a la fuerza el
mandato de una ley pro minería, que al fin y al cabo saldrá, lo sabemos,
pero sepa Ud. que conocemos nuestros derechos y nuestra posición, de
verdaderos dueños de la vida y también de la riqueza.
Le
sugiero recapacite, quizá antes de dormir reflexione y piense si está
haciendo el trabajo correcto, si está defendiendo su propia vida y la de sus
hijos, la de sus vecinos y hermanos, entonces luego de esa reflexión,
siéntese a escribir, pero también deténgase un momento a orar, pídale a
Dios le de sabiduría para esclarecer mejor el tema y darle más compostura a
sus convicciones y estrategias y comprenderá Ud. que la percepción de
quienes defendemos el agro, la vida y la salud, no es un riesgo, si vemos el
peligro de transigir, de rendirnos y también de poner el pecho a las
represalias, no las temo.
Espero
haber dado algunas repuestas, con la educación y el respeto que todos
merecemos y espero, ruego a Dios, que así sea, que Ud. reflexione y se tome
su tiempo para mejores decisiones al escribir.
Mis
saludos
Jorge
Paredes Romero
Periodista FPP y Humanista